domingo, 26 de febrero de 2012

Álex Chico escribe sobre Cantigas y cárceles

El poeta Álex Chico ha dejado en su Isla de Elca un bello texto sobre mi último poemario.

Aquí dejo el enlace, y todo mi agradecimiento:

miércoles, 22 de febrero de 2012

:-)

Le comentaba el otro día a alguien (no recuerdo si real o imaginario) que uno de los problemas más graves de la poesía española actual es su falta de sentido del humor. Carencia que podríamos hacer extensible a muchos poetas, incluso. Algunos poetas jóvenes, como su propio nombre indica, son reacios a la risa. Y otros menos jóvenes viven sentados en una solemnidad institucional e indefinida. No digo que haya que trenzar una juerga flamenca detrás de otra, ni tampoco defiendo el poema como chiste, que estafa al lector y fracasa como chiste y como poema; ni mucho menos invito a exceder la dosis aceptable de cinismo sólo por complacer a las corrientes y quedarse en una pose o fosilizarse en una mueca. Es más simple. En la vida se ríe y se llora, y la poesía, que imita la vida, puede llorar y reír, e incluso descojonarse, de una forma natural, sin dejar de ser poesía. Hay poemas que me han emocionado hasta el nivel del llanto, sobre todo porque la voz de esos poemas también la intuía, si se terciara, muy capaz de reírse. Hay poemas que son grandes amigos. Y la poesía es cuestión de tono, saber elegir entre la corbata y las pantuflas. A diferencia de algunos poetas chistosos, Homero, como el algodón, no engaña. Ni a su auditorio ni a sí mismo. Por eso era grande. En la Ilíada pasan muchos versos, todos humanos. Muchos terribles, no pocos patéticos, y también otros de una comicidad extrema, como aquellos donde Agamenón, al borde del anchuroso mar, y por poner a pueba la lealtad de los aqueos, anuncia el abandono de la guerra y el inminente regreso a casa. El pobre rey se jacta de esperar un coro de negativas y adhesiones, pero a los aqueos se les queda pequeño de pronto el anchuroso mar para huír en estampida del llamado "pastor de pueblos". Impagables versos aquellos, inimitable Homero. Los poetas griegos, siempre en estado de gracia, convivían sin problemas con estos contrastes. ¿No se dice que la tragedia surgió de las desenfrenadas danzas procaces en honor de Dioniso? La tragedia apareció con el último trago de la última copa del final de la fiesta, cuando todos se han ido inesperadamente, y ya no queda música. La comedia, por contra, bien pudo nacer cuando alguien se descubrió riendo en un funeral. Las dos máscaras simétricas, los dos emoticonos, y el arte jugando por en medio, procurando no escorarse definitivamente a un lado u otro. Ese equilibrio, tal vez, es lo que llamamos melancolía.


[Incluido en Sucede en la voz de otros, Isla de Siltolá, 2015]

martes, 14 de febrero de 2012

El hermano pequeño de Las diosas y las nubes

Aunque no están los tiempos propicios para andar jugando por la blogosfera, hoy le ha salido un hermano pequeño a este blog. Si el hermano mayor va lento y perezoso, según le da, imagínense el nuevo. Éste versará en torno a la tipografía y el mundo de la edición (para los que tampoco, precisamente, soplan vientos muy favorables), aunque no estará dedicado a "especialistas" o "aprendices" pues quien escribe tampoco es un "experto". Hablaré (mejor, mostraré) mis trabajos de composición tipográfica, subiré recortes, obsesiones, manías, alguna reflexión inédita y (me temo) bastante material de refrito. Como muchos que me conocen podrán sospechar, una de las estrellas principales será TeX y cercanías, el inmenso software tipográfico creado en origen por Donald Knuth, y que es mi herramienta de trabajo a la par que un aula donde nunca se acaba de aprender; intentaremos, de todos modos, no caer demasiado en el pedantesco tecnicismo. No se espere gran cosa quien quiera acercarse por allí. Hay lugares en la red, por fortuna, muchísimo más autorizados y solventes para aprender de verdad y profundizar en el complejo mundo de la tipografía.

Entre tanto, aquí les dejo el enlace de lo mío:

sábado, 11 de febrero de 2012

Termina el homenaje a Cunqueiro en la web de DVD Ediciones

Con un fragmento de Nembrot, novela imprescindible de José María Pérez Álvarez, publicada en DVD Ediciones, llegamos al final de este homenaje a Álvaro Cunqueiro. Homenaje que comenzó a finales del año pasado, con la excusa del centenario del nacimiento del poeta y escritor mindoniense, y que termina ya en febrero de 2012, con el encanto de lo anacrónico. Desde DVD Ediciones.com queremos agradecer a todos los que han participado en este ciclo de colaboraciones.

domingo, 5 de febrero de 2012

Caralibro suite (*)

La música quiere ser música. El teatro insiste en ser teatro. El cine está encantado de haberse conocido. Y ahora va la poesía y se acompleja de sí misma. A sus años.

El poema siempre elige su lector, como las ciudades siempre eligen sus turistas.

Lo importante no es que sean visibles los poetas, sino los poemas. Y, luego, ya se irá viendo.

Umbralgia: enfermedad crónica que se manifiesta con un deseo irrefrenable de hablar, única y exclusivamente, del libro propio.

La poesía no es de este mundo, pero a los poetas no hay dios que los eche de la república. Se pegan como lapas.

Qué alivio, no tener eso que llaman "una concepción de la poesía".

Se suele decir que la lengua (cada lengua) es la verdadera patria de los poetas. Y ahora pienso en cuánta verdad encierra un sintagma tan convencional como "lengua materna".

Cada x tiempo se pierde el sentido del humor, resurge la canción protesta y a Góngora se le arroja desde un altísimo compromiso.

Te han dicho muchas veces que, al traducir poesía, tú llevas la batuta. Tú eres el crítico, el merodeador, y te sientes seguro en tu rol de turista autosuficiente. Nadie te dijo que es el poeta y el poema que traduces quien realmente te está traduciendo a ti. Cuanto más lo mires, más te mira, y va sabiendo de ti más que tú mismo. Y nunca te sentiste tan vulnerable.

Traducir poesía se parece mucho a enseñarle a alguien una ciudad que te gusta (aunque no es donde vives). Lo curioso es cuando esa ciudad (que creías conocer algo) te acaba desorientando con calles raras que no aparecen en los mapas. Entonces compartes la perplejidad con tu interlocutor y te declaras feliz e irremediablemente perdido.

Me es indiferente que las poéticas convivan o no en paz. Las poéticas, excluyentes por naturaleza, no sirven para convivir. Como las lentejas, por mí que se peguen o se maten. Lo importante es tener paz con uno mismo y sus lecturas. Que me guste Gamoneda o Mesanza, Lorca o Bécquer, Aleixandre o Cavafis, y dormir con la conciencia tranquila.

No hay nada más tonto que la distribución de los poetas por autonomías.

Todos vivimos en el presente (creo), pero tampoco hay que ponerse estupendo por una cosa tan natural. Me preocupa un poco ese nacionalismo del present tense.

No me cuento entre quienes ven en el arte un código de comunicación. Sin embargo, levanta una piedra y te saldrán mil poetas ansiosos de expresar sus sentimientos. Las emociones, los sentimientos y el dolor de cabeza se padecen o se producen, pero no se comunican. A lo sumo la gente aspira a declarar que los tiene; pero eso al poema, que se debe justificar por sí solo, le es irrelevante.

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(*) Se me ocurrió componer este extravagante ¿poema? tras recoger y juntar algunos estados que fui dejando por Facebook, ese lugar donde (dijo alguien) el usuario es el producto.