lunes, 22 de enero de 2018

Out To Lunch!



 Siempre me hizo gracia aquella historia del espectador de un concierto de jazz que quería denunciar a los músicos porque, según su fino criterio, lo que tocaban no era jazz. Los puristas del jazz, como los de la poesía, el cine, incluso el sexo, son unos pelmazos de manual. Miles Davis, en sus últimas entrevistas, solía comentar (o insinuar) que a esas alturas ya no sabía a ciencia cierta cómo clasificar su música. Pero por una cierta pereza todos acabamos por llamarlo jazz. Bendita pereza, o lo que sea, prima hermana de la no menos bendita impropiedad del lenguaje humano. Al final todo es jazz. Safo componía jazz. Y hasta la poesía (con permiso de don Nicanor) puede llegar a ser, a veces, poesía.

Al hilo de estas impropiedades y de este lunes huérfano cualquiera, cómo no recordar esa maravillosa gamberrada de Eric Dolphy titulada Out To Lunch! (1964), con su impagable portada y el reloj que apunta a cualquier hora posible de regreso (cuando sepamos por fin qué es jazz, qué es poesía, volveremos de almorzar y se habrá acabado todo).


 (El álbum comienza con «Hat and Beard», tema inspirado, al parecer, en la persona de Thelonious Monk: