No soy crítico musical, creo que no soy crítico de nada, pero escuchar a esos músicos, y escuchar a Dimitra cantar y recitar los versos de Yannis Ritsos con esa dicción tan suya e inconfundible, me conduce de cabeza a una palabra del griego moderno (es decir, del griego) muy hermosa, como todas las palabras griegas: ανατριχίλα, cuya traducción en español podría ser nuestro pedestre y vulgar "carne de gallina". Creo que los dioses, aunque no existen, se complacen una y otra vez en herirnos inventando sin descanso palabras griegas para consuelo de pobres mortales.
jueves, 9 de junio de 2011
Kaïmaki / Mataroa
No soy crítico musical, creo que no soy crítico de nada, pero escuchar a esos músicos, y escuchar a Dimitra cantar y recitar los versos de Yannis Ritsos con esa dicción tan suya e inconfundible, me conduce de cabeza a una palabra del griego moderno (es decir, del griego) muy hermosa, como todas las palabras griegas: ανατριχίλα, cuya traducción en español podría ser nuestro pedestre y vulgar "carne de gallina". Creo que los dioses, aunque no existen, se complacen una y otra vez en herirnos inventando sin descanso palabras griegas para consuelo de pobres mortales.