jueves, 9 de junio de 2011

Kaïmaki / Mataroa




Mataroa
es el nombre del nuevo disco de Kaïmaki, un grupo de música que deben conocer sin falta, que habita una extraña frontera, la que está entre París y Grecia, entre el jazz y la música griega, dos territorios infinitos. Mataroa es tambien el nombre mahorí ("la muchacha de la cara larga") que tuvo una vez un barco, el que llevó a los artistas e intelectuales griegos que huían de los horrores de la guerra civil griega y la dictadura de los coroneles hacia París. Jazz, música griega, los textos testimoniales de André Kédros (uno de aquellos exiliados), la poesía de Yannis Ritsos... Kaïmaki definen Mataroa como "un álbum en la encrucijada de caminos, un lienzo musical y poético que indaga sobre la noción de identidad". Al frente del proyecto está el pianista y compositor parisino de origen griego Stéphane Tsapis. Hay músicos espléndidos. Y la voz del grupo es Dimitra Kontou, una actriz y cantante griega de un talento superlativo, cuya amistad me honra y me enorgullece. ¿Qué más se puede pedir? Pueden conocerlos mejor en su página web: http://www.kaimaki.fr y escuchar algunos adelantos del álbum.

No soy crítico musical, creo que no soy crítico de nada, pero escuchar a esos músicos, y escuchar a Dimitra cantar y recitar los versos de Yannis Ritsos con esa dicción tan suya e inconfundible, me conduce de cabeza a una palabra del griego moderno (es decir, del griego) muy hermosa, como todas las palabras griegas: ανατριχίλα, cuya traducción en español podría ser nuestro pedestre y vulgar "carne de gallina". Creo que los dioses, aunque no existen, se complacen una y otra vez en herirnos inventando sin descanso palabras griegas para consuelo de pobres mortales.