Denique sit quod uis, simplex dumtaxat et unum! ("¡Sea, en fin, lo que quieras, pero al menos que sea simple y uno!"), escribió Horacio en su poética (Epístola a los Pisones), y asombra comprobar cómo este verso sigue respirando a través del tiempo y el caprichoso trajín de las estéticas, a salvo incluso de la naftalina clasicista. Sí, haz lo que quieras: sé extenso o breve, cóncavo o convexo, sólido o líquido, simétrico o asimétrico, pero quiere que el poema siempre sea tenido por uno. Lo que se ama sólo puede ser singular, y ni siquiera la suma dócil de las partes logra contentar a un amante que se precie de serlo. Tal vez algún día venga el desamor o la filología a ejecutar el bajo rito de lo múltiple. Pero si te mantienes firme en tu mirada clara, no te dejarás impresionar por el trucado, rencoroso serrucho del ilusionista.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Otro apunte
Creo que nunca hubo tanta sobreabundancia cansina de poéticas como ahora. La rolliza teoría lo aplasta todo, y apenas deja un rincón para el poema, que sólo tiene derecho a respirar como ejemplo práctico de las directrices que pregona aquélla. Qué pizarra no quedará sin su diagrama, qué frente estará virgen de desvelos, y cuántos vagarán con su redecilla, fustigando el aire, para cazar la mariposa que ya ha sucedido. Porque el poema es la crisálida, la mariposa, su vuelo y su jornada, todo junto. Si la creación es un mito, el poeta entonces ha de vivir en el mito. Dejémoslo allí solo al poeta, poetizando. Lo anómalo (creo) es encallarse demasiado en ese papel. Como si alguien acomoda unos regalos por la noche, asumiendo y respetando el juego, y termina por creerse el mismísimo Santa Claus a la luz del día.
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varia
martes, 8 de noviembre de 2011
Isla de Siltolá 5-6
jueves, 3 de noviembre de 2011
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Un poema de Efi Cubero
Efi Cubero, admirada poeta y amiga, me dedica este bello poema. Me dice que formará parte de su nuevo libro, en el que está trabajando, y del que sólo se conocen algunos poemas sueltos ya publicados. Con su permiso, me gustaría compartirlo aquí, con los lectores de esta bitácora. Muchas gracias, Efi.
***
EN EL METRO
Por una iluminada oscuridad
fugazmente la noche se movía.
Perfumaba la prisa del viajero el mordisco oloroso
de unas palabras vivas escritas hace siglos.
Fuera se confundía la imprudencia del mundo
como una lluvia airada calando hasta los huesos.
Antes que la escalera mecánica nos alce
puede vivirse así, como los topos, –pensé–
mientras haya palabras que consuelen…
(Efi Cubero, inédito)
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