domingo, 20 de noviembre de 2011

I

Denique sit quod uis, simplex dumtaxat et unum! ("¡Sea, en fin, lo que quieras, pero al menos que sea simple y uno!"), escribió Horacio en su poética (Epístola a los Pisones), y asombra comprobar cómo este verso sigue respirando a través del tiempo y el caprichoso trajín de las estéticas, a salvo incluso de la naftalina clasicista. Sí, haz lo que quieras: sé extenso o breve, cóncavo o convexo, sólido o líquido, simétrico o asimétrico, pero quiere que el poema siempre sea tenido por uno. Lo que se ama sólo puede ser singular, y ni siquiera la suma dócil de las partes logra contentar a un amante que se precie de serlo. Tal vez algún día venga el desamor o la filología a ejecutar el bajo rito de lo múltiple. Pero si te mantienes firme en tu mirada clara, no te dejarás impresionar por el trucado, rencoroso serrucho del ilusionista.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Otro apunte

Creo que nunca hubo tanta sobreabundancia cansina de poéticas como ahora. La rolliza teoría lo aplasta todo, y apenas deja un rincón para el poema, que sólo tiene derecho a respirar como ejemplo práctico de las directrices que pregona aquélla. Qué pizarra no quedará sin su diagrama, qué frente estará virgen de desvelos, y cuántos vagarán con su redecilla, fustigando el aire, para cazar la mariposa que ya ha sucedido. Porque el poema es la crisálida, la mariposa, su vuelo y su jornada, todo junto. Si la creación es un mito, el poeta entonces ha de vivir en el mito. Dejémoslo allí solo al poeta, poetizando. Lo anómalo (creo) es encallarse demasiado en ese papel. Como si alguien acomoda unos regalos por la noche, asumiendo y respetando el juego, y termina por creerse el mismísimo Santa Claus a la luz del día.

martes, 8 de noviembre de 2011

Isla de Siltolá 5-6



Se anuncia la próxima entrega de la revista de poesía Isla de Siltolá, probablemente la mejor revista de poesía española en este comienzo de siglo. Viene con número doble. Y viene con un inédito de Juan Ramón Jiménez y con poemas de Olga Bernad, Jordi Doce, Álex Chico, Eduardo Moga, Jesús Aguado, José María Jurado, María M. Bautista, entre otros. En este número doble también aparecen dos poemas de María Polydouri, traducidos por un servidor, como anticipo de mi próximo libro con la poesía de esta grandísima poeta griega del siglo pasado, apenas inédita en España. Los poemas, por cierto, están traducidos del griego, que parece que en estos tiempos hay que decirlo, como si fuera un plus (ay). De hecho, uno de estos poemas, γιατί μ' αγάπησες, se publica aquí por primera vez traducido al español. Es uno de los poemas de amor más valientes, espontáneos y puros que jamás se han escrito. El compositor Dimitris Papadimítriou hizo una bellísima adaptación de este poema para el disco de Elefthería Arvanitaki "Τραγούδια για τους μήνες". Me alegra que estés aquí, María, tan bien acompañada.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un poema de Efi Cubero

Efi Cubero, admirada poeta y amiga, me dedica este bello poema. Me dice que formará parte de su nuevo libro, en el que está trabajando, y del que sólo se conocen algunos poemas sueltos ya publicados. Con su permiso, me gustaría compartirlo aquí, con los lectores de esta bitácora. Muchas gracias, Efi.

***

EN EL METRO

Por una iluminada oscuridad
fugazmente la noche se movía.
Perfumaba la prisa del viajero el mordisco oloroso
de unas palabras vivas escritas hace siglos.
Fuera se confundía la imprudencia del mundo
como una lluvia airada calando hasta los huesos.

Antes que la escalera mecánica nos alce
puede vivirse así, como los topos, –pensé–
mientras haya palabras que consuelen…

(Efi Cubero, inédito)