jueves, 9 de abril de 2009

Un poema de Jesús Hilario Tundidor



DESPUÉS QUE CAE LA SOMBRA

Definitivamente he comprendido.
Todo el que bulle o hace ruido o grita
y gesticula y queda, unos instantes,
en la primera página de un mundo
inútil, locuaz mudez de muerte
representa. Paso fugaz, ira fugaz
es en el amplio conocer que olvida,
máscara, son, viento de una mañana.

Pero aquel que se sabe poderoso,
encauzado en el mar, llamado dentro
de una mortal entrega, de una lenta
labor, en la que vida o muerte sólo
es material de arquitectura o tránsito,
aquél que sufre y calla, acepta y toma
su herramienta, derrumba y edifica,
desnuda y viste, y multiplica el único
instante concedido, siendo humilde
penetra victorioso, pues conoce
que su ámbito es la luz y allí es su triunfo.

(Jesús Hilario Tundidor)