SONETO MÍO
Anhelante arquitecto de colmena,
voy labrando celdilla tras celdilla
y las voy amueblando de amarilla
miel y de cera virgen y morena.
Miel, flor de flores, que unge y envenena
de alada dulcedumbre nuestra arcilla
y cera, que es espíritu, que brilla
y en figura de fuego se enajena.
Abejas, abrasad la fortaleza.
Lenguas de oro exalten su corteza
y transverberen su volumen puro.
Vive, soneto mío, altiva llama:
canta para el que sueña y el que ama,
sin consumirte ardiendo hacia el futuro.
(Gerardo Diego)
***
Con mis mejores deseos para todos en el año entrante.