lunes, 3 de agosto de 2015

WL

De todos los azules irrepetibles que cruzaron la infancia me acuerdo ahora del azul de los coches cama, bajo la marquesina de la Estación del Norte en Madrid y sus metales decimonónicos, espesos. La promesa del viaje y el definitivo lema de Wagon Lits que rezaba sobre las ventanillas, como un título nobiliario: "Compañía Internacional de Coches Cama y de los Grandes Expresos Europeos". Ahora los trenes son descoloridos, casi transparentes, sin gracia. Corren más rápido, pero no llegan tan lejos.