domingo, 14 de junio de 2015

Homenaje a Matrix (o una variación del pesimismo)

Era una ilusión. Creíamos que estábamos en el futuro, pero seguíamos viviendo en la España de los 40, donde sigue habiendo serenos, oficinas siniestras, el mundo es gris y frío, y hace hambre. Internet, los televisores de plasma, Ferran Adriá... Todo era una construcción mental y colectiva. Ah, y esos asombrosos smartphones sobre los que pasábamos nuestros dedos anhelantes no eran otra cosa que la enésima edición del Calendario Zaragozano.