sábado, 20 de junio de 2015

Sobre un verso de San Juan

En algún lugar, Borges se deshacía en elogios hacia este conocido verso de San Juan de la Cruz: «estando ya mi casa sosegada». Y no sin razón. Con todas esas eses es un verso maravilloso, de los endecasílabos más memorables de la poesía en español. Pasa acariciando. Es la compañía de la poesía, que preferimos antes que la de quien se pone intempestivamente poético. Pero, ay, sea lo que sea lo que este verso quiera decir, si es que quiere decir algo (mil cosas o ninguna), qué difícil debe de ser lograrlo. Nos contentamos, sí, con esa fugaz caricia que sosiega.